Criminales presos se pasean como reyes en Venezuela y ahora ministra los estrena como “defensores de la Patria”
Criminales presos se pasean como reyes en Venezuela y ahora ministra los estrena como “defensores de la Patria”
Con el pasar de los años los gobiernos de Hugo Chávez y de Nicolás Maduropermitieron que en Venezuela los criminales tuvieran beneficios exagerados: cárceles con piscinas, discotecas, salas de juego, armas de guerra y hasta la posibilidad de salir de los centros de reclusión.
Mientras los ciudadanos de a pie pasan hambre y enfrentan una crisis económica sin precedentes, los pranes o líderes criminales en las cárceles tienen vidas “de lujo”. Esto se comprobó una vez más el pasado fin de semana cuando alias “Wilmito” sentenciado a 20 años de prisión se encontraba en libertad disfrutando de unas vacaciones en familia en una playa de la isla de Margarita.
La noticia salió a la luz no porque “Wilmito” estaba libre, sino porque allí en la playa fue atacado por desconocidos que dispararon contra él y sus acompañantes.
Wilmer José Brizuela Vera, alias “Wilmito”, sentenciado por robo de blindado, secuestro y complicidad en sicariato (homicidio), debía estar recluido en la cárcel de Vista Hermosa; sin embargo había abandonado hace dos meses el centro Penitenciario de Aragua, conocido como cárcel de Tocorón (a donde tampoco está claro cómo llegó), gracias a un beneficio de Régimen de Confianza Tutelada que habría sido otorgado por la ministra de Servicio Penitenciario, María Iris Varela, el pasado 18 de diciembre de 2016.
Varela quien no ha ofrecido declaraciones tras lo sucedido, sí se dedicó a defender el régimen penitenciario encabezado por ella, al tiempo que aseguró que los criminales en Venezuela son líderes y pueden convertirse en “defensores de la Patria” y del socialismo.
Iris Varela afirmó que el “hombre nuevo” que se forma las cárceles de Venezuela se está preparando para ir al socialismo. “La ideología es algo voluntario y no una imposición”, dijo.
Defendió que quien comete delitos tiene una forma de liderazgo que el sistema penitenciario debe reformar.
“Yo estoy segura de que ellos son potenciales líderes; hay que tener ciertas condiciones como para rebelarse contra un contexto social y eso hay que revertirlo para lo bueno. ¿Qué es lo bueno? Si yo tengo 50.000 privados de libertad en el país, yo tengo la posibilidad de educarlos a ellos para que puedan convertirse en unos defensores de la patria”, indicó.
La ministra agregó que prepara la propuesta de que al privado de libertad se le certifique que ha prestado su servicio militar y pase a una especie de reserva.
El caso de “Wilmito” es solo uno de muchos que se conocen en el país. El criminal recibió un beneficio de Régimen de Confianza Tutelada que habría sido otorgado por la ministra Varela, el pasado 18 de diciembre de 2016.
Las cárceles en Venezuela son un “lujo” para criminales
Hoy los recintos penitenciarios en el país cuentan con pranes (líderes carcelarios, en algunos penales hay uno principal y varios secundarios por sectores, que le rinden cuentas) que ejercen el control; desde las cárceles se planifican y se cobran secuestros vía telefónica, se cobra rescate por vehículos robados, cobran pagos semanales a los otros reos como “vacuna” para poder vivir y estar en los recintos carcelarios del país.
La cárcel de Tocorón cuenta por ejemplo con discotecas, bancas para apostar, piscina, el restaurante “La sazón del hampa”, etc; pareciera que la delincuencia no va a pagar una pena sino a pasar vacaciones.
En la cárcel ubicada en la isla de Margarita sucede lo mismo. Lo que debería ser una cárcel se ha convertido en un lugar para relajarse y desconectarse del exterior; los presos se comportan de una manera excepcional, sus familiares tienen la posibilidad de vivir con ellos, pues todos conviven armoniosamente.
Los reos en este lugar tienen varias piscinas y restaurantes, conexión libre de Internet, un campo de béisbol, una gallera, grupos musicales y hasta un DJ que ameniza las fiestas de los fines de semana. En las cárceles del país los presos no sufren la escasez de alimentos.
El territorio nacional enfrenta un desabastecimiento de alimentos que supera el 80 % solo en la capital venezolana, pero mientras la mayoría de los venezolanos deben madrugar y hacer largas filas por hasta más de 12 horas, en la cárcel de Tocorón no sucede lo mismo; los reos cuentan con un gran inventario de toallas sanitarias, leche, harina, arroz, huevos, carne, pollo y hasta champú.
Un reportaje publicado el año pasado por el diario local El Nacional revela que las parejas de los presidiarios no tienen “la necesidad” de hacer largas filas para conseguir los productos básicos, pues sus “novios” desde adentro de las cárceles les preparan “combos” con lo que necesitan para poder alimentarse y asearse.
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