Todas mis denuncias de las zonas de concentración son ciertas: gobernador de Antioquia
Luis Pérez, gobernador de Antioquia, reiteró que las zonas de concentración no fueron bien planeadas por el Gobierno de Juan Manuel Santos y que los terroristas están haciendo lo que quieren.
En entrevista con el diario El Tiempo, el gobernador confirmó que “los puntos de preagrupamiento han sido muy improvisados al igual que las zonas de concentración veredales, que aún hoy están casi en cero.
Cuando se iniciaron los puntos de preagrupamiento, a los municipios llegaban 100 o 200 guerrilleros sin avisar ni al alcalde ni al gobernador ni a la ciudadanía; sin los campamentos adecuados y sin ninguna verificación por parte del Ejército, de la Policía. Eso generaba pánico por el recuerdo del pasado”.
Asimismo, reiteró que “es lícito que las FARC ingieran licor, pero en este momento, sin desmovilización y armados, deben conservar una ética de paz que no es compatible con la indisciplina. Hasta el baile de los verificadores de la ONU con miembros de las FARC fue descalificado por la misma Naciones Unidas.
Estos actos son esperables, pero la experiencia mundial es que, si la indisciplina no se supera, un proceso de paz tiende a convertirse en una guachafita”.Luis Pérez, gobernador de Antioquia, reiteró que las zonas de concentración no fueron bien planeadas por el Gobierno de Juan Manuel Santos y que los terroristas están haciendo lo que quieren.
En entrevista con el diario El Tiempo, el gobernador confirmó que “los puntos de preagrupamiento han sido muy improvisados al igual que las zonas de concentración veredales, que aún hoy están casi en cero.
Cuando se iniciaron los puntos de preagrupamiento, a los municipios llegaban 100 o 200 guerrilleros sin avisar ni al alcalde ni al gobernador ni a la ciudadanía; sin los campamentos adecuados y sin ninguna verificación por parte del Ejército, de la Policía. Eso generaba pánico por el recuerdo del pasado”.
Asimismo, reiteró que “es lícito que las FARC ingieran licor, pero en este momento, sin desmovilización y armados, deben conservar una ética de paz que no es compatible con la indisciplina. Hasta el baile de los verificadores de la ONU con miembros de las FARC fue descalificado por la misma Naciones Unidas.
Estos actos son esperables, pero la experiencia mundial es que, si la indisciplina no se supera, un proceso de paz tiende a convertirse en una guachafita”.
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